domingo, 5 de julio de 2009

Sobre cuentos de hadas

-Hola. -Alessandro se aparta un poco para que no lo vean desde el local-. ¿Qué estas haciendo aquí?
-He venido a buscarte a la oficina. Y luego te he visto aquí. Mano a mano con esa chica. -Niki señala a Elena, que está hablando por su móvil dentro del bar. Luego mira de nuevo a Alessandro y sonríe-. Estaba a punto de emprenderla a patadas con tu coche otra vez.
Alessandro se queda en silencio.
Niki busca temerosa sus ojos.
-Es tu otra hermana, ¿verdad?
-No.
-Y entonces ¿quién es?
Alessandro continúa en silencio.
-¿Es la que quería decorarte la casa?
-Sí.
Niki se ríe con amargura.
-Y me dijiste que no tenías un motivo válido para seguir conmigo... Me has hecho sentir una nulidad, me has hecho creer que no he sabido estar a la altura, que era yo la que no lo sabía llevar. Me has hecho sentir insegura como nunca... Me he pasado días enteros pensando, esperando... Me he dicho a mí misma: a lo mejor acaba aceptando lo que no le ha gustado de mí, lo que sea que haya hecho o dicho equivocado... O peor aún, lo que sea que no hice y él esperaba que hiciera... Me he sentido sola como nunca. Sin un porqué. Llena de dudas. Y en cambio tú lo sabías todo. ¿Por qué no me dijiste enseguida que había vuelto? ¿Por qué? Lo hubiese entendido. Hubiese podido aceptarlo todo mejor.
-Lo siento.
-No. Alex, fuiste tú quien me hizo ver aquella película... Amor es no tener que decir nunca lo siento. Y me gustaría añadir algo más... También es saber decir lo gilipollas que eres.
Alessandro sigue manteniendo su silencio.
-No dices nada. Claro, en ciertas ocasiones resulta más fácil quedarse callado. Bien, entonces te diré una cosa: dentro de poco haré la Selectividad y entraré en la edad madura. Es verdad que estoy mal, que no consigo estudiar, pero a lo mejor apruebo. Quiero conseguirlo. En cambio, me gustaría saber cuándo vas a madurar tú... ¿Sabes, Alex?, en todos estos meses, tú me has llenado de regalos, pero al final te has quedado el más hermoso. Mi cuento de hadas.

Y se aleja sin más, se monta en su ciclomotor y al final mueve la cabeza y hasta sonríe. Porque Niki es así.

0 dolores de cabeza: