sábado, 28 de junio de 2008

Tic, tac...

Los clamores pueden ser claros y hasta trágicos, pero ni ponen ni quitan. La vida sigue y los hombres hacen las leyes, ésas que conforman las sociedades que a su vez van conformando a los hombres. No importa cómo comenzase, lo importante a fin de cuentas es admitir que es algo inamovible, irreversible. No hay posibilidad de ser padres de nuestro tiempo. Siempre seremos hijos.

0 dolores de cabeza: