Ayer se apagó la luz.
La luz de lo que era mi vida, tal y como la conozco desde hace 19 años, los mismos 19 años que llevo viviéndola.
Ahora, sólo veo negro.
Un negro... incierto, lleno de ¿dudas?, ¿miedos?
No lo sé.
Solo me queda cerrar los ojos, respirar hondo, e intentar ser fuerte, no sólo por mí, sino también por ellas.
E intentar hacerme a la idea de que esta pesadilla no es solo un mal sueño...
domingo, 6 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 dolores de cabeza:
Publicar un comentario